Plaza de la Ciudad Vieja, situado en el corazón de Praga, es uno de los sitios históricos más importantes y bellos de la República Checa. Como centro comercial medieval de Praga, con orígenes que se remontan al 11. siglo, la plaza ha sido escenario de muchos acontecimientos clave en la historia checa. Sus magníficos tesoros arquitectónicos y su rica historia atraen a turistas de todo el mundo.
La plaza está presidida por el imponente Antiguo Ayuntamiento con su reloj astronómico, instalado por primera vez en 1410. Este reloj medieval, que presenta la “Procesión de los Doce Apóstoles” cada hora, es uno de los mecanismos de reloj más antiguos y famosos del mundo.
Junto al ayuntamiento se encuentra el magnífico Iglesia de Nuestra Señora ante Týn con sus característicos chapiteles gemelos, visibles desde muchos puntos de Praga. Esta iglesia gótica, cuya construcción se inició en el 14. siglo, fue un importante centro espiritual para los utraquistas checos durante las guerras husitas.
La Plaza de la Ciudad Vieja también alberga el Iglesia barroca de San Nicolás y el monumental Monumento a Jan Hus, en conmemoración de la figura significativa de la Reforma checa y su ejecución en 1415.
Además de estas joyas arquitectónicas, la plaza ofrece una variedad de pintorescos edificios históricos, tiendas de lujo, pubs tradicionales checos y cafeterías. La Plaza de la Ciudad Vieja es un testigo vivo de la historia, la cultura y la vida cotidiana de Praga, y su atmósfera y belleza cautivan en cada estación.
Visitar la Plaza de la Ciudad Vieja significa vivir un pedazo de historia en medio de una ciudad moderna, sentir el espíritu de la antigüedad y disfrutar de momentos inolvidables rodeado de una arquitectura única. Es un lugar donde el pasado se mezcla con el presente, proporcionando una visión profunda del rico patrimonio de Praga.